Las 38 mascotas que alberga actualmente el centro de El Arca de Noé son ajenas a la polémica surgida entre esta asociación y la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU ) y que podría dejarlos abandonados a su suerte en plena calle o en un centro de control animal donde pasarían al sacrificio.

Según Patricia Almansa, vicepresidenta de El Arca de Noé , la GMU ya les ha comunicado verbalmente la orden de suspensión de la actividad en la instalación de la parcelación Las Siete Fincas.

Todo comenzó hace dos años cuando los vecinos de la zona (una parcelación ilegal) cursaron una denuncia contra la asociación por tener las instalaciones sin permiso. Almansa matiza que el PGOU les permite la edificación como utilidad pública de interés social que ha de emplazarse en el medio rural.

Señala que «los chalés de los vecinos que nos han denunciado son los que no tienen cabida» en esta zona no urbanizable de la sierra. Sobre las instalaciones, reitera que se limpian «todos los días» y que están aprobadas como núcleo zoológico por la Junta de Andalucía.

El presidente de la GMU, Andrés Ocaña, afirma que el Arca de Noé ocupa «unas instalaciones ilegales, en suelo no urbanizable, y con un montón de quejas de los vecinos colindantes».

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