El padre de un niño con una enfermedad crónica que le impide acudir al colegio ha empezado éste lunes en Valencia una huelga de hambre para que la Conselleria de Educación le ofrezca "por escrito" la garantía de que su hijo recibirá clases a domicilio, según ha explicado su esposa, Carmen Calvo.

Los padres de Richard, un niño de 12 años con Síndrome de Down que sufre un problema cardíaco y al que sólo le funciona un pulmón, han tomado esta decisión después de que el colegio concertado Santa Ana de Llíria le retirase cinco horas semanales de educación en casa como "medida cautelar". "Queremos que se aplique la ley porque el colegio y la Conselleria están privando a mi hijo del derecho constitucional de una educación digna", ha afirmado la madre del niño.

El padre, quien ha empezado esta mañana la huelga de hambre enfrente de la entrada a la sede de la Conselleria, permanecerá día y noche con una tienda de campaña y con zumo y agua como única alimentación hasta que el conseller de este departamento, Alejandro Font de Mora, conteste por escrito a sus reivindicaciones.

Desde hace cuatro años, el niño recibía doce horas semanales de clases a domicilio que, en temporadas de mucho calor o mucho frío, se aumentaban en cinco más por el riesgo para su salud que suponía, por ejemplo, sufrir un costipado. Según la madre de Richard, "desde el principio" el colegio "puso trabas" a esta asistencia y "ha intentado una y otra vez" que fuese trasladado a otro centro de educación especial en el municipio valenciano de Cheste, "algo ilegal porque debe ir al mismo centro escolar que su hermana".

Ante estos hechos, Carmen Calvo ha exigido que la Conselleria "se enfrente" a la dirección del colegio "para que cumpla lo que es su deber" o que "al menos, tenga decencia para contestar" a sus cuatro cartas y las reclamaciones que a diario ha presentado durante la semana pasada en el registro de esta institución.

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