Lo que ya muchos se olían se ha confirmado: Endanza desaparece como consecuencia de la caótica situación económica en la que se encuentra desde hace meses, según han informado fuentes de la sala. Las puertas se cerrarán definitivamente la primera semana de febrero y no parece haber otra solución.

Las dueñas de la sala se quejan de no recibir alternativas de las administraciones públicas: «llevamos semanas haciendo llamamientos al Área de Cultura del Ayuntamiento para que nos ayuden a buscar una solución, y nada», declara Salud López, una de las propietarias.

El Ayuntamiento, por el contrario, asegura que se ha ofrecido a ayudar en todo lo posible para que la sala no se vea obligada a cerrar. Confirma haber incrementado la ayuda directa a Endanza de 24.000 a 30.000 euros, además de colaborar indirectamente a través de las ayudas que concede a ATAE (Asociación de Amigos del Teatro y las Artes Escénicas). Para Isabel Blanco, otra de las dueñas, las intenciones no bastan. «Si aún no nos han pagado las ayudas de 2004, ¿cómo le pagamos nosotras al banco?».

«Como un final de película —asegura Elena, la propietaria de la sala Espacio Meteora— será la fiesta de clausura de la sala, en el mes de junio. Estará dedicada a toda la gente que nos quiere y que apuestan por innovar y buscar horizontes nuevos en la cultura anquilosada de Sevilla».

El cierre de Meteora es un hecho anunciado, ya que desde su apertura, hace cinco años, ha sobrevivido autofinanciándose. «Nunca he recibido ayudas de nadie, y sin embargo, he aguantado cinco años. Estoy muy orgullosa de haber hecho posible este milagro Meteora», afirma la dueña.

Hace meses que la situación económica se hizo insostenible y la sala se fue a la quiebra. Aun así, la programación, mayoritariamente gratuita, continuará hasta junio.

El proyecto de Meteora, un espacio intercultural de innovación y creación, se traslada a Barcelona en busca de un hueco. «Estoy segura de que allí mi idea tendrá un lugar para desarrollarse y crecer como se merece».