Apenas un mes después de que el capitán de un Airbus lograra amerizar su aparato en el río Hudson, en Nueva York, el piloto de una pequeña avioneta ha salvado la vida de sus cinco pasajeros al lograr amerizar el aeroplano sobre las aguas de Darwin, Australia.

Poco después del despegue, el piloto, Steve Bolle, detectó una pérdida de potencia en uno de los motores. Tras comprobar que no podía volver al aeropuerto, buscó rápidamente un lugar para realizar un aterrizaje de emergencia, y al no encontrarlo cerca de la playa decidió dirigirse hacia el mar.

Tras amerizar la avioneta, los pasajeros arrastraron sus maletas a lo largo de 200 metros hasta llegar a la playa.

"Hay que elogiar al piloto por mantener la mente fría y actuar de forma apropiada para conseguir la seguridad de los pasajeros", ha indicado el superintendente de emergencias del Territorio norte, Rob Farmer. "El piloto ha hecho un brillante trabajo. Ha salvado su propia vida y la de los pasajeros", ha añadido.