La detención tuvo lugar en diciembre de 2007 y el hombre alegó en todo momento que no llevaba droga encima sino que el polvo blanco era harina de pastelería que intentaba colar a sus clientes. De todos modos, los agentes, acostumbrados a oír excusas parecidas de boca de los narcotraficantes, no le creyeron, tal y como recoge El Mundo.
Así, el hombre ingresó en prisión hasta que se conocieron los resultados del análisis practicado por el Instituto Nacional de Toxicología, que constataron que la sustancia era harina. A pesar de la resolución de esta parte del caso, el hombre se enfrenta ahora a nueve meses de cárcel y a ser expulsado del país, ya que no tiene papeles, por otro delito.
Resistencia a la autoridad
Así, los agentes lo acusan de resistencia a la autoridad durante la detención, ya que intentó huir gritando "policía, policía", como si tratara de avisar a otros traficantes. Además, durante la contienda un agente le acusa de haberle golpeado a pesar de llevar bien visible la placa que le identificaba como policía.
Para esta lesión puede ser condenado también a doce días de arresto. El hombre fue juzgado el martes en Lleida. En el juicio, la defensa pidió la libre absolución argumentando que el acusado, que apenas habla español, no supo en ningún caso que se trataba de policías.
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