La oferta formativa es amplia y suele acoplarse según necesidades: matrícula libre, ocupacional para desempleados y formación continuada para trabajadores. Suelen ser cursos de entre 200 y 300 horas de media, con un precio variable según la especialización y la duración.

No todos los que viven de la voz son periodistas. «Por aquí pasan licenciados en cualquier carrera y gente sin relación con los medios».

«Con un curso, lógicamente, no se encuentra trabajo. Pero sí que hay salida laboral, aunque es muy difícil de cuantificar», asegura Fernández.  «Lo normal es trabajar como autónomo y se gana según la cotización personal de cada profesional», comenta. Son pocos los que están en primera línea y cobran unos 500 euros por cada convocatoria.

No sólo los periodistas y los locutores se apuntan a vocalizar, mejorar la dicción y aprender a respirar. «Directivos de empresas han descubierto que la capacidad de expresión y el buen manejo de la voz ayudan a conducir las reuniones», afirma.

Teoría y práctica

Gonzalo Estefanía (Madrid, 1981) trabaja ahora como presentador y director del programa Área de Madrid, de Punto Radio, aunque se mueve por las radios desde los 16 años. «A la hora de ponerse delante del micrófono, es necesario saber manejar la voz. Muchos redactores recién licenciados no saben. Falta práctica». En este campo, los ejercicios y la práctica deben ser constantes.