Después de aproximadamente media hora de traquetreos de los técnicos de la ITV, no todos los conductores salen igual de sonrientes. Y es que en Vigo, el 25% de las revisiones (una de cada cuatro) es desfavorable.

Las principales deficiencias detectadas son los fallos en los ejes, las ruedas, los neumáticos y la suspensión. Le siguen los problemas en los frenos, además de la emisión de gases contaminantes. Todos estos problemas han obligado a unos 25.000 conductores a acudir dos veces a la ITV de Peinador el pasado año.

En 2008, por la estación de Vigo pasaron 98.000 vehículos, unos 10.000 más que hace dos años, lo que supone un incremento de un 11% respecto a 2006.

Las ventas de coches han caído, los vigueses se lo piensan más a la hora de cambiar de vehículo y, en consecuencia, cada vez hay más vehículos obligados a pasar la revisión porque superan los cuatro años de antigüedad.

Aún así, por la ciudad son muchos los que arriesgan tanto su seguridad como la de su cartera y no llevan su coche a inspección. De hecho, se calcula que son alrededor de un 22%, unos 15.500 coches, los que circulan por Vigo sin este requisito. Para evitar que este problema aumente, la Policía Local realiza controles sorpresa. Cuando detectan a un coche sin la ITV en regla, lo paralizan y lo llevan a depósito. Para sacarlo: unos 120 euros.

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