Cuando hay crisis, está claro que hay que apretarse el cinturón, y una de las primeras cosas que nos quitamos de encima es la de salir fuera a comer o a cenar. No obstante, no siempre es posible volver a casa al mediodía y en muchas ocasiones nos vemos obligados a pasar por el restaurante. Y a pagar la cuenta.

Por eso, muchos vizcaínos han cambiado sus costumbres al sentarse a la mesa de un establecimiento. En nuestro territorio se come cada vez menos de carta, y si se hace, se piden menos platos. Un primero y un postre es suficiente. El menú del día, mucho más barato, ha ganado muchos enteros, e incluso «se sustituye la comida del día por un pintxo y una bebida», asegura Ángel Gago, presidente de la Asociación de Hosteleros de Vizcaya.

Algunos restaurantes bilbaínos, en cambio, apuestan por salir de la crisis poniendo sobre la mesa una buena oferta a sus clientes. Habíamos visto buffets libres de chinos, de japoneses, e incluso de italianos, pero ahora ya hay establecimientos que ofrecen un menú bufet de cocina casera vasca por 7,95 euros.

En la capital vizcaína son ya una decena de restaurantes los que utilizan el sistema de bufet libre para atraer clientes y, visto el público que generan, parece que les funciona.

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