En 2008, la población inmigrante aumentó un 21,34%y llegó a los 79.313 extranjeros residentes en Zaragoza, mientras que la autóctona cayó un 0,37%, hasta llegar a los 586.816 residentes nacionales. En una década, el número de estos últimos ha bajado un 2%, mientras que el de extranjeros se ha multiplicado por 17.

Entre ellos, los ciudadanos rumanos son el colectivo más numeroso, con 26.323 personas, seguidos de los procedentes de Ecuador, con 9.823 habitantes. Países como Marruecos (5.422), Colombia (5.031) y China (con 2.658 personas) son otras de las zonas de origen de los inmigrantes más numerosos.

El incremento más intenso de la población extranjera se produjo en 2005, cuando llegaron a Zaragoza 9.749 inmigrantes, un 23% más que el año anterior.

La población autóctona que reside en Zaragoza no ha dejado de descender desde 2004. Ese año, la capital perdió 1.175 habitantes, y al siguiente, 1.881; en 2006, el descenso fue del 0,73% y alcanzó los 4.350 ciudadanos perdidos. Finalmente, de 2007 a 2008, el número de residentes españoles fue de 589.031, 2.215 menos que el año anterior, con una pérdida de un 0,37%.

«Hay una desproporción muy grande entre la tasa de fertilidad de las mujeres aragonesa, que no llega a 0,1 hijos por cada una, y la de las mujeres inmigrantes, que está en torno a 2,3 hijos por cada una, por lo que se produce una mayor incidencia de la población extranjera», destaca el decano del Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología de Aragón, Francisco Javier Rodríguez.

La llegada de la inmigración a la capital aragonesa evita que las defunciones ganen peso ante los nacimientos, según aseguran los expertos.

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