El centro quedará blindado con bolardos a principios del mes de marzo. Será entonces cuando para entrar a la zona nuclear del casco histórico, lo que se denomina la almendra, habrá que contar con una tarjeta especial que permita el acceso. Al final, se ha decidido esperar al término del actual periodo de rebajas para no hacerlas coincidir con la puesta en marcha del servicio.

El Ayuntamiento designó en un principio cinco puntos de acceso, aunque finalmente sólo se instalarán cuatro: de la calle Císter a Molina Lario, de Sancha de Lara a Martínez, de Nosquera a Comedias y de Méndez Núñez a Cárcer.

El quinto punto de acceso finalmente desechado, el de la calle Cisneros, no tendrá pilona sino un cartel (con un vado) que prohíba el paso a vehículos no autorizados, es decir, a quienes no tengan una plaza de aparcamiento. Allí, se cambiará la calle para que acera y calzada estén a la misma altura. Las razones para no incluirla en las zonas acotadas se centran en la dificultad que tienen los camiones para dar la vuelta (la vía es de doble sentido y tiene sólo un carril) y la pretensión de que ningún vehículo acabe en la plaza de la Constitución a través de Especería.

Cuatro coches por tarjeta

Podrán obtener la tarjeta los vecinos con plaza de garaje, quienes distribuyan mercancías y quienes tengan necesidad de realizar trabajos, tareas o actividades circunstanciales en la zona. Además, se ha habilitado una oficina en la junta de distrito (en el número 1 de la calle La Merced) para tramitar exclusivamente la expedición de las tarjetas.

Cada solicitud de acceso permite apuntar hasta cuatro vehículos, por lo que no se restringe el paso sólo a los titulares (también podrán familiares, por ejemplo).

En las zonas donde haya que superar los bolardos se van a quitar todos los aparcamientos para residentes (zona verde), aunque sí seguirán en otras zonas del centro como la calle Carretería.