Nuevamente un miembro de la familia Marichalar y Borbón saltándose el toque de queda impuesto en la Comunidad de Madrid. Aunque en este caso sí que haya sido con mascarilla, a diferencia de su hermano Froilán, ahora es Victoria Federica quien está en el punto de mira.

La romántica felicitación de Jorge Bárcenas a su novia, Victoria Federica, por sus 20º cumpleaños

Su aparentemente apretada agenda nocturna está haciendo que le lluevan las críticas por no respetar las medidas sanitarias impuestas, como si de alguna forma su clase social la eximiera de responsabilidades. Porque además, y para más inri, no es la primera vez. 

La joven it-girl de 20 años, ajena completamente a la crisis mundial y al aumento de casos y de fallecidos a causa del Covid-19, ha sido vista, como en otra ocasión anterior, saliendo de un portal del que poco después también saldría su pareja, Jorge Bárcenas.

La hija de Jaime de Marichalar y la infanta Elena caminó sin aparente rumbo fijo durante algunos minutos, aunque entró en las calles nocturnas muy seria y pegada a su móvil, quizá buscando otra dirección o la forma de llegar a casa. Al menos en esta ocasión no se fue de farra.

Porque no hay que olvidar que a mediados de octubre se criticó duramente su presencia en una multitudinaria fiesta cayetana en el Barrio de Salamanca en la que su chorbo actuaba como DJ y que en redes se pudo ver cómo ella misma subía una story a su Instagram (lo tiene privado) de la verbena que se saltaba cualquier medida de seguridad.

Además, hay que resaltar que esta misma noche el propio Jorge Bárcenas ha vuelto a ser pillado saltándose a la torera las restricciones impuestas. Pese al cierre nocturno, el músico ha sido cazado dándose la mano y sin mantener el distanciamiento con sus amigos, un grupo mayor del permitido. Y por si fuera poco con la mascarilla quirúrgica bajada hasta la barbilla para poder hablar mejor con ellos.

Después de pinchar esa misma tarde en un gimnasio de Madrid, el novio de Victoria Federica -después de que esta saliese por el portal-, dejó junto a un amigo la mesa de mezclas en el coche y se acercaron a otro bar para continuar con su trabajo. Fue en la puerta en la que saludó y charló animado con los allí congregados, algunos de los cuales fumaban también con la mascarilla bajada, en el momento de mayor repunte del coronavirus en nuestro país durante la segunda ola.