No todos los días se entra en una nueva década y menos aún en una tan cargada de experiencias y aprendizajes como son los 20 años que este miércoles cumplió Victoria Federica de Marichalar y Borbón. Por eso mismo su novio, Jorge Bárcenas, no podía dejar pasar la oportunidad de demostrarle que puede contar con él cuando lo necesite.
Aunque la joven pasó tan señalada fecha en compañía de su familia, teniendo el placer incluso de que su hermano mayor, Felipe Juan Froilán, le diese un paseo en su coche eléctrico rojo para estar con los suyos, lo cierto es que algo de su mente estaba con su pareja.
Victoria Federica, que iba ataviada con una falda vaquera, la cual se ajustaba perfectamente a su estilo (que está buscando que sea lo más boho-chic posible para conformarse como la perfecta it girl), tuvo sin embargo un momento en el que se le escapó la sonrisa tonta.
Miró el móvil y allí vio la doble felicitación que el disyóquey le había preparado a su amada a través de su Instagram (tiene por ahora algo más de 10.000 seguidores) en forma de stories, siendo la primera de ellas una de las fotografías más románticas e idílicas que tiene la pareja.
En ella, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar abraza cariñosamente por la espalda a su chorbo en mitad de lo que parece un muelle rodeados de barcos de lujo y yates mientras observan, fuera de plano, una puesta de sol. "Muchas felicidades", le escribía con un emoticono de corazón para redondear la imagen.
La segunda felicitación era, aunque algo más simple, desde luego un bonito recuerdo entre ellos. Se trata de un sonriente selfi en el que se puede observar que ambos están muy bronceados, lo que se acrecienta dado que van vestidos de blanco. "Felices 20 añazos", apostilla el músico con varios emojis de celebración.
No cabe duda de que la pareja cada vez está más consolidada y que ya no tiene reparos, después de que hace aproximadamente un año comenzasen su idilio, en cantar a los cuatro vientos su amor (ni en que lo vean sus seguidores). Habrá que ver si estas muestras de pasión se van volviendo cada vez más frecuentes.
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