Asimismo, la Consejería asegura que, a través del IMAS, ha garantizado los puestos de trabajo "desde el mismo mes de marzo en que se decretó el estado de alarma".

"Hemos mantenido la financiación de los servicios y se ha garantizado la reserva de plaza en los casos en los que el usuario no ha podido incorporarse por motivos de especial vulnerabilidad o por el cierre temporal del centro", ha señalado la Consejería en un comunicado.

La Consejería dice entender que hay personas mayores y con discapacidad "que necesitan de una atención especial y son las personas que no podemos abandonar". La obligación de la Consejería "está con ellas, y no por ello dejará de estarlo también con los trabajadores", añade.

Ha afirmado que "se está ofreciendo una atención alternativa para las personas mayores o con discapacidad que no pueden incorporarse al servicio prestado por los centros de día de la Región, o que tienen complicación para ser atendidos por el servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia, con más razón ahora en las circunstancias que estamos viviendo, aunque se trata de una medida que ya estaba siendo adoptada en distintos centros y de la que ya son beneficiarios diversos usuarios".

Para aquellos supuestos excepcionales en los que el servicio de centro de día ha dejado de adecuarse a las necesidades asistenciales del usuario de especial vulnerabilidad con motivo de la crisis COVID-19, el IMAS le ofrece "una opción provisional, durante un periodo de seis meses, de recibir la prestación económica de cuidados en el entorno familiar mientras mantiene la reserva de plaza".

Una medida cuyo objetivo, según la Consejería, "está principalmente en facilitar y mejorar la atención de los usuarios, que son al fin y al cabo, los más vulnerables frente a esta crisis sanitaria".