El dueño del locutorio, un paquistaní conocido por sus vecinos como Tarek, ha hecho estas manifestaciones a los periodistas después de que la Guardia Civil concluyera el registro de su establecimiento, del que se han llevado documentos, un ordenador y la caja registradora. La Guardia Civil ha permanecido durante unas dos horas en el interior de este locutorio, situado entre los números 13 y 15 de la calle Santos Ascarza de Logroño.

El establecimiento es uno de los muchos que regentan inmigrantes en esta zona de Logroño y, de hecho, junto a él, hay una tienda de bisutería y complementos atendida por las mismas personas que el locutorio, aunque ahora está cerrada. El registro se ha "extendido" durante unos minutos al coche de Tarek, un Renault 19 gris, aparcado a unos treinta metros del locutorio.

País pobre y musulmanes

Tras el registro del coche, la Guardia Civil ha dejado entrar en el locutorio a uno de los hijos de Tarek, que esperaba en la calle tras salir del colegio, y, poco antes de las tres de la tarde, los agentes y el personal del Juzgado han abandonado el lugar. Mientras cerraba el locutorio, Tarek ha asegurado a los periodistas que no le han explicado el motivo del registro en su establecimiento.

"Lo que pasa es que nosotros somos de un país pobre y musulmanes, yo respeto a los cristianos, pero...., esa es nuestra culpa: musulmán y de un pobre país", ha afirmado mientras se introducía en su vehículo. Antes del registro en el locutorio, la Guardia Civil había efectuado otro en el domicilio de este paquistaní, situado en la calle Piqueras de Logroño.

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