Trabajadores de albergues de Ulia y Ondarreta-La Sirena defienden la gestión pública ante la amenaza de privatización

Los trabajadores de los albergues juveniles municipales de Ulia y Ondarreta-La Sirena, ante la "amenaza" del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián de privatizar la gestión estos equipamientos, han defendido la gestión pública de los mismos.
Trabajadores de albergues de Ulia y Ondarreta-La Sirena defienden la gestión pública ante la amenaza de privatización
Protesta de trabajadores de albergues municipales de San Sebastián
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Trabajadores de albergues de Ulia y Ondarreta-La Sirena defienden la gestión pública ante la amenaza de privatización

Los empleados, que se han concentrado frente al Consistorio donostiarra, donde han explicado que la Comisión de Personal del Ayuntamiento también se ha hecho eco de la situación, han manifestado que "el Ayuntamiento tiene tomada su decisión, entre otras cosas, porque no ha cubierto los puestos de técnico de albergues, jubilado en 2019, ni el de encargado del albergue Ondarreta-La Sirena, jubilado en julio de este año".

En ese sentido, han señalado que los albergues juveniles municipales de Ulia y Ondarreta-La Sirena "son el reflejo de la sociedad en la que se encuentran, de los valores que se han desarrollado durante los últimos 30 años desde los diferentes departamentos municipales" y suponen una "alternativa al actual modelo turístico, del lucro sin conciencia social o medioambiental. En definitiva, sin escrúpulos".

Los trabajadores han apuntado que Ulia, por ejemplo, cuenta con certificado ambiental "gracias a las inversiones realizadas los últimos años en esta materia" y han advertido de que, en caso de privatizarse la gestión, "el rédito a ese esfuerzo caería en manos de la empresa".

Asimismo, han destacado que los albergues juveniles tuvieron el año pasado unos ingresos que rondan los 700.000 euros, los cuales "han ido ascendiendo notablemente desde el año 2010, a pesar de la desaparición de la figura del técnico de albergues y el encargado del albergue Ondarreta-La Sirena".

En esa línea, han advertido de que las privatizaciones "conllevan la precarización de las condiciones laborales y la temporalidad de la plantilla, repercutiendo todo ello en la calidad del servicio", al tiempo que han señalado que la actual plantilla permanente de los dos albergues juveniles municipales de la ciudad "es de solamente siete personas y su categoría dentro del grupo de clasificación de los empleados públicos es de los más bajos (C-2)".

Los trabajadores han resaltado también su "capacidad de adaptación" y que "el hecho de contar con una infraestructura municipal de gestión directa facilitó que en 24-48 horas el albergue juvenil Ondarreta-La Sirena estuviera a disposición del departamento de Acción Social para responder a las necesidades del confinamiento de marzo".

"Todo ello ha contribuido, además, a suavizar el impacto del coronavirus en las arcas municipales, ya que la ocupación de las instalaciones durante los tres meses de confinamiento no ha generado una factura extra", han defendido.

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