Los 30.000 vecinos que residen en algunas de las barriadas periféricas de Santa Cruz, Cerro Muriano, Alcolea-Los Ángeles, Encinarejo, Villarrubia-Veredón y Trassierra han visto incrementada su seguridad recientemente gracias a un plan de refuerzo puesto en marcha por el Ayuntamiento el pasado 15 de enero.

El refuerzo consiste en enviar a dichas zonas varios agentes en horario de mañana y de tarde que complementen las labores que llevan allí a cabo la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local de barrio.

En concreto, según apunta el delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, José Joaquín Cuadra, son los motoristas de tráfico de la Policía Local los que se encargan de ejercer esa labor en horario matutino mientras que los coches patrulla hacen lo propio por la tarde en un plan que se ejecuta durante toda la semana.

Sus cometidos son muy variados porque controlan las entradas y salidas de los colegios para evitar el menudeo de drogas, pueden hacer controles de tráfico y alcoholemia o multar a coches mal aparcados.

El programa de refuerzo de la seguridad en estas barriadas no cuenta con un número concreto de efectivos porque es el intendente de la Policía Local el que determina a diario cuántos agentes, qué zonas y qué actuaciones se llevarán a cabo.

os vecinos reciben con agrado esta medida porque la presencia policial «es muy escasa», según indica el presidente del consejo de distrito de Villarrubia, Antonio Roldán.

No obstante, dice que cuando el barrio es más peligroso es por las noches, una franja horaria en la que no está activo el plan. Por su parte, a la presidenta del consejo de distrito de Santa Cruz, Ana María Almagro, le parece «muy bien» el refuerzo de la seguridad porque el tránsito de coches es «importante» en los accesos.

Dice que a veces el barrio se queda sin presencia policial cuando el agente que hay está de baja o tiene días libres y asegura también que Cuadra no les ha comunicado estas nuevas medidas.

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