Policías de Nueva Orleans desertan de sus puestos

El alcalde de Nueva Orleans ha asegurado que sus 1.500 policías se enfrentaron en solitario durante los tres primeros días de la catástrofe a la degradación social que se vivía en la ciudad. La presión ha hecho que 200 hayan abandonado sus puestos y que 2 se hayan suicidado.

La crisis que vive Nueva Orleans desde que el huracán Katrina golpeó la ciudad ha afectado de forma especial a la policía de la ciudad, donde 200 de sus agentes han abandonado sus puestos y dos se han suicidado desde principios de semana.

El alcalde de la ciudad, Ray Nagin, ha señalado que la escasa seguridad que se podía encontrar en la ciudad durante los tres primeros días de la crisis era mantenida sólo gracias a la labor de los 1.500 agentes de la ciudad que se mantuvieron en sus puestos.

Nagin destacó que sus agentes se enfrentaron en solitario a la degradación social que se vivía en la ciudad, sin asistencia de otros cuerpos de seguridad estatales y federales y que en muchos casos los agentes trabajaron con la munición para sus armas prácticamente agotada.

Durante los tres primeros días que siguieron a la llegada del Katrina, el pasado lunes, la anarquía imperó en la ciudad, con pandillas armadas que camparon a sus anchas por distintos barrios.

Los saqueos, pillajes, robos, violaciones y asesinatos fueron cotidianos en algunos puntos de la ciudad. Los agentes de la policía local fueron capaces de patrullar en algunas áreas pero durante la noche tenían que refugiarse en sus comisarías ante el acoso de las pandillas armadas.

En una de las comisarias de la ciudad los agentes colgaron una pancarta en la que se leía "Fort Apache", en referencia al apodo con que el que se conocía en los años 1970 a una comisaria del barrio del Bronx (Nueva York), una de las zonas más violentas del país

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