La aparición de grietas en algunas de las nuevas escaleras construidas en los edificios del barrio de La Verdellada, en La Laguna, ha encendido la luz de alarma entre los vecinos de la zona, que temen que esta pueda ser la antesala de un derrumbe.

Lo grave es que se trata de una obra nueva, financiada por el Gobierno Central, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y el propio ayuntamiento, al objeto de dotar a esta vieja urbanización de ascensores y nuevas escaleras.

Transcurridas pocas fechas desde su ejecución, al menos en el bloque 11 de La Verdellada ya son apreciables unas considerables grietas en la nueva edición, ante lo cual los inquilinos del edificio han trasladado sus quejas y preocupación a las administraciones correspondientes.

En total han sido 12 bloques de la zona los incluidos en la primera y segunda fase de este ambicioso proyecto de rehabilitación integral, cuyos primeros ascensores se prevé que sean inaugurados en las próximas fechas.

La aparición de grietas, sin embargo, representa un serio contratiempo, ya que por un lado hace dudar a los vecinos de la calidad de la obra y, por otro, es muy posible que retrase algún tiempo más la puesta en marcha de los nuevos servicios de accesibilidad instalados en los edificios.

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