La crisis del ladrillo ha dejado pisos fantasma en medio de Cobatillas

  • 20 minutos ha estado una mañana en la pedanía murciana.
  • Los vecinos piden más ofertas de ocio para los jóvenes.
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Cuesta encontrar el centro de Cobatillas y eso que la pedanía es bastante pequeña (2. 072 habitantes). El problema es que hay tantas urbanizaciones alrededor que la población se pierde en un mar de ladrillos. La construcción ha hecho ricos a mucha gente del pueblo, según comentan sus vecinos, y este afán por levantar construcciones ha dejado dividido al pueblo.

"Han construido de golpe. Lo que tenían que haber hecho en 10 años lo han levantado en tres. Han recalificado terrenos en los cerros y ahora se han quedado muchas casas vacías. Hay edificios enteros sin vender porque venden las casas por 27 millones de las antiguas pesetas", dice José Antonio Román, un carpintero de 61 años, que se ha quedado en el paro.

Otros, como José Román, piensan que la construcción ha sido muy positiva para la pedanía y lamenta que la crisis haya parado muchas de las obras que se iban a hacer.

Sin polideportivo

Dándose una vuelta por la pequeña población uno descubre que faltan muchos servicios. Está la iglesia, dos o tres bares, un supermercado y un pequeño comercio. No hay nada más. "Hace falta un polideportivo y una sala de usos múltiples para los jóvenes. Ellos no tienen nada y se pasan las tardes en el parque sin nada que hacer", explica Maruja Pellicer, que también se queja de la falta de limpieza en los cerros y de la escasa presencia policial.

A pesar de las carencias en Cobatillas se vive bien, según sus vecinos. Un intenso olor a leña recibe a los visitantes. "Lo mejor de este pueblo es que en la mayoría de las casas hay brasas para hacer lumbre y se come buena carne", asegura orgulloso Pedro Nicolás.

Tierras que no valían para el cultivo

Parece que el germen original de Cobatillas se ubicaba en el cerro de Cobatillas la Vieja, en donde se han encontrado restos de asentamientos de entre los siglos IX y V a. c. No obstante, las tierras que rodeaban el cerro eran cenagosas e imposibilitaban su cultivo. Será en el 1505 cuando un área de la huerta de Murcia, conocida como La Urdienca, fue donada por Juana la Loca a don Alonso Vozmediano y Arroniz, que, a su vez, las cedió a una orden religiosa en 1557. Desde finales del siglo XVI, y gracias al esfuerzo de los frailes, estas tierras fueron saneándose y en 1785 se incluye el lugar de Cobatillas en el partido de Murcia.

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