Francia se enfrenta a un nuevo confinamiento domiciliario. Aunque tiene algunas diferencias con el vivido en marzo, la población es consciente de la situación que le espera, y por ello muchos han decidido abandonar París para viajar a su ciudad de origen o a su segunda residencia, dejando imágenes de carreteras colapsadas por toda la ciudad.

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Todo ocurrió la noche del jueves, cuando entraba en vigor el confinamiento, que durará un mes. Las redes sociales comenzaron a llenarse de imágenes y mensajes comentando el brutal éxodo de la población parisina, que recordaba a imágenes vistas en películas en las que parece que se acaba el mundo.  

En total, 700 kilómetros repartidos por todas las salidas de la ciudad de París se quedaron atascadas y con muy poco movimiento, según informa Le Parisien. La última vez que ocurrió algo similar fue en 2018 debido a unas fuertes nevadas que colapsaron el tráfico y dejaron muchas carreteras inutilizadas. 

En las normas de este confinamiento, igual que en el anterior, se permite a los ciudadanos volver a su ciudad de origen, por lo que los parisinos aprovecharon la tarde del jueves para abandonar la ciudad, antes de que entrase el toque de queda, a las 21.00 horas, y sobre todo antes de que se decretase el confinamiento, a las 00.00 horas.