La mano dura que aplica la Policía en los colegios y zonas de ocio nocturno de Alicante con el fin de evitar el menudeo de drogas da resultado. Cada semana, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Estado tramitaron casi medio centenar de denuncias por tenencia o consumo de estupefacientes en la provincia. En total, el año pasado levantó 2.400 actas, la mayoría de ellas (2.221) en pubs y discotecas.

Este plan iniciado por la Policía Nacional y la Guardia Civil a finales de 2007 para coincidir con el comienzo del curso escolar, permitió la detención de 57 camellos y la desactivación de 34 puntos de venta de droga. Asimismo, se incautaron de más de seis kilos de hachís, 623 gramos de cocaína, 1,2 kilos de marihuana, 657 unidades de éxtasis, 34,9 gramos de speed y 75,3 gramos de heroína. La Policía efectuó 657 inspecciones a este tipo de locales.

El Plan Estratégico de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de droga en centros escolares y sus entornos se saldó en 2008 con la denuncia a 237 camellos y consumidores y la identificación de otros 4.457. En las redadas en los colegios, los agentes se incautaron de 2,1 kilos de hachís y 176,1 gramos de marihuana.

Colaboración de todos

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares destacó «la colaboración de los responsables de los centros educativos, asociaciones de padres de alumnos o empresas de ocio». Asimismo, recordó que «el incremento de la presencia policial está sirviendo como efecto disuasorio en la comisión de otros delitos».

Y dos mujeres acusadas de venta de drogas al menudeo en la zona conocida como el callejón de la muerte de Alicante aceptaron una pena de tres años de prisión cada una, tras reconocer los hechos y declararse autoras de un delito contra la salud pública.

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