Las catas arqueológicas para la construcción de una promoción de chalés en Nerja dieron como resultado un hallazgo arqueológico que lleva meses apilado en cajas y al alcance de la mano de cualquiera.

El yacimiento se ubica en la zona Cortijo Alto. El Ayuntamiento responsabiliza a la Junta de Andalucía de la custodia de los restos, ya que esa administración encargó las prospecciones y concluyó que los restos no tenían una importancia significativa. El Consistorio indicó ayer a este periódico que posiblemente se trató de un núcleo judío.

El 7 de diciembre un hombre, Juan Ignacio Fauno (60 años), pasaba por aquella zona y se detuvo. Le llamó la atención una treintena de cajas apiladas junto a una caseta de obra: huesos humanos y cerámicas. También había un documento que indicaba 2003 como fecha de la cata.

Fauró se queja de que los restos de la historia de Nerja estén al alcance de la mano de cualquiera y, por tanto, puedan ser expoliados. Pero lo que más le «indigna» es que avisó por correo electrónico a los grupos municipales socialista y popular del Ayuntamiento en diciembre y no ha recibido respuesta.

Volvió a pasarse por la zona el domingo pasado: los restos están en peores condiciones "y parece que alguien ha estado rebuscando entre ellos algo de valor", detalla.