«Paso marcado en la calzada en el que tienen prioridad los peatones». Es la definición que realiza la Dirección General de Tráfico de los pasos de cebra, un dictamen que muchos conductores se saltan a la torera.

Aunque Tráfico reconoce que la falta de respeto entre los que van al volante y a pie es mutua, lo cierto es que muy pocos viandantes pueden cruzar con tranquilidad de una acera a otra sin temer ser arrollados pese a hacerlo en los tramos habilitados.

Así ocurre en la capital granadina, donde fueron sancionados por estos hechos 3.608 conductores en los diez primeros meses del pasado año, esto es, casi doce cada día, según los últimos datos facilitados por el área de Movilidad.

Las cifras son muy parecidas a las del año anterior, en el que 4.344 conductores fueron multados por no respetar a los peatones «en sus diferentes variantes», explican fuentes de la concejalía. Esto es, estas sanciones corresponden a «estacionamientos en pasos de cebra que impiden el tránsito normalizado de los viandantes y les obligar a cruzar por otras zonas no habilitadas para ellos», añaden las mismas fuentes.

Pero también los hay, y más de los que son cazados, que pese a ver a los peatones en los pasos no respetan la prioridad de éstos últimos y siguen su camino sin frenar. Estas infracciones «son muy difíciles de pillar, ya que requieren que se de la casualidad de que pase una patrulla en ese momento y lo vea porque, por lo general, nadie se molesta en denunciarlo».

Movilidad tramitó en 2007 un total de 96 sanciones por este motivo y más de un centenar a lo largo de 2008. En la mayoría de los pasos de cebra no había semáforos.

120 euros por saltarse la norma

Movilidad impone una sanción de 120 euros para erradicar estos malos hábitos, si bien el desembolso económico a veces no es suficiente para convencer a sus autores.

Al menos, así se desprende de las estadísticas registradas en la capital granadina durante los últimos años, donde cada dos días es arrollado un peatón. Y no siempre tienen la culpa los que van a pie. Dicha conducta puede implicar la retirada de hasta cuatro puntos si el conductor en cuestión pone en peligro de la vida de alguien.