Al menos cuatro personas fallecieron y 42 comunidades del centro y norte de Costa Rica han resultado afectadas por el fuerte seísmo de 6,2 grados en la escala de Richter que sacudió este país la pasada tarde (20:19 hora española) con epicentro en Poás de Alajuela (centro-norte).

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) confirmó en un comunicado el fallecimiento de dos niñas hermanas sepultadas por un derrumbe de tierra que las sorprendió en una calle y otra menor que murió después de que su casa fuera cubierta por otro desprendimiento de tierra, ambos en la comunidad de Fraijanes, provincia de Alajuela, unos 50 kilómetros al oeste de San José.

También se ha confirmado la muerte de una mujer a causa de un ataque al corazón provocado por el pánico que le produjo el terremoto en la capital.

Datos de la CNE calculan de manera preliminar que hay unas 200 personas damnificadas, daños en la infraestructura eléctrica, así como unos 300 turistas extranjeros y locales aislados, pero ilesos, en un hotel de Vara Blanca, provincia de Heredia.

Las autoridades también reportan numerosos desaparecidos y heridos que aún no han sido cuantificados, principalmente en las localidades de Vara Blanca y Poás, que son las que se encuentran más cerca del epicentro del temblor.

Este seísmo, uno de los más fuertes de la última década en el país, ha generado más de 250 réplicas, de las cuales algunas han sido percibidas por la población en Poás y Vara Blanca.

El movimiento de tierras también provocó daños en edificios de las ciudades de San José y Alajuela, en el centro del país, donde sus trabajadores fueron evacuados como medida preventiva, y fue percibido en todo el país y en el sur de Nicaragua.