Cambiar el restaurante caro por un mesón de precio medio o acompañar la caña con una tapa y no con dos son algunas de los cambios de actitud que los hosteleros de la ciudad notan en su clientela. En definitiva, un descenso en el consumo que, sin ser muy grande a nivel global, es inasumible para algunos negocios. Lo que explica que si en el primer semestre de 2008 estaban cerrando una media de seis locales de hostelería al mes, a partir de julio ya no se bajase de los 12 y hasta se registrasen meses de 15 cierres.

Para el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, este panorama de tres cierres cada semana es un fiel reflejo de una crisis económica que, sin embargo, reconoce que «no afecta tanto a la hostelería como a otros sectores».

Un 10% menos de ventas

En términos medios, asegura que «las cifras reales no son tan graves» y estima que la caída de ventas ronda el 10-12%, un descenso que se reparte de manera muy desigual entre los establecimientos. «Hay negocios que han tenido una reducción de un 70%», admite y explica que esta situación se da sobre todo en restaurantes cuyos principales ingresos dependían de los obreros de la construcción.

«Algunos pasaron de dar muchos menús del día a estar comiendo prácticamente solos los dueños», resalta. Y aunque estos son los casos más graves, no todos los locales que han cerrado sus puertas en los últimos meses responden a este perfil. Muchos otros hosteleros, «cuyos negocios ya no iban demasiado bien», no han podido soportar un simple descenso del 10%, explica Cañete.

Con más de 100 locales que han cerrado sus puertas en 2008, se rompe la tendencia alcista de los últimos años. Según La Caixa, de 2002 a 2007 la cifra de negocios creció un 11% hasta alcanzar los 2.529.

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