Peligro en el Guadalmedina por los baños en las fuentes

La Policía no puede contener a los menores que se sumergen en las albercas del río. Hay riesgo de electrocución por la presencia de cables.
Refrescante. Durante el verano, muchos menores de edad se bañan en las fuentes del cauce del río, ignorando el riesgo al que están expuestos.
Refrescante. Durante el verano, muchos menores de edad se bañan en las fuentes del cauce del río, ignorando el riesgo al que están expuestos.
J. C.
Refrescante. Durante el verano, muchos menores de edad se bañan en las fuentes del cauce del río, ignorando el riesgo al que están expuestos.
El baño en las fuentes y estanques que tiene el cauce del río Guadalmedina se ha convertido en una imagen muy frecuente durante los meses del verano. Pero los jóvenes que se sumergen para sofocar el calor en las albercas ignoran el peligro al que están expuestos. Podrían incluso electrocutarse, ya que por debajo pasan cables eléctricos.

El baño en esta zona es totalmente ilegal, por lo que en más de una ocasión algún funcionario de la Empresa Municipal de Agua (EMASA) ha intentado denunciarlos. Sin éxito, pues según la Policía es imposible hacer nada: son menores de edad.

Desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, la única acción que puede llevar a cabo la Policía es echar a los menores de allí.

Sin piscinas

Por otro lado, aunque Málaga presume de  una amplia franja litoral, en la ciudad tan sólo existen seis piscinas municipales. Y sólo la mitad se ha puesto en funcionamiento durante esta temporada veraniega. A esto se añade el incremento de un 25% más en las tarifas de acceso con respecto al año 2004, lo que no ayuda mucho a impedir estos peligrosos chapuzones.

María del Mar Díez. 44 años. «Es una barbaridad, porque he visto incluso a personas más mayores bañándose. Resulta muy peligroso que estén ahí. Creo que la Policía Local debería buscar a los padres para solucionar el problema».

Ricardo Noguera. 74 años. «Es un peligro para los niños. Además, en un descuido, si se tiran al agua, pueden clavarse los aspersores que hay. Ante el problema, habría que recurrir a los padres para que ellos intenten convencer a sus hijos».

Ana Ruiz. 42 años. «La verdad es que es muy peligroso para los niños. Creo que tendrían que intervenir los padres para que hagan ver a sus hijos que es muy peligroso lo que hacen, ya que parece que no puede hacerse nada por la vía legal».

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