Veedores: ojos de la vendimia y autoridad en el campo

"Que observa con detenimiento o controla lo que hacen otras personas". Así define la Real Academia Española a los veedores, los ojos de la vendimia, autoridad en el campo y encargados de inspeccionar y auditar que ninguna uva 'se salga del tiesto', pero también una de las figuras más desconocidas del mundo vitivinícola.
Una veedora entre viñedos.
Una veedora entre viñedos.
Ricardo Suarez
Una veedora entre viñedos.

Así lo ha reconocido el propio director general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda, Santiago Mora, quien ha apuntado, en una entrevista concedida a Europa Press, a lo "ininteligible" del concepto, ya que es más común referirse al papel de estos profesionales como "inspectores" o "auditores", en relación a las labores que realizan en el campo.

Sin embargo, lo ignoto de su cometido es indirectamente proporcional a la importancia de sus funciones: "Son agentes de la autoridad, inspectores y auditores, cuyo trabajo consiste en verificar tanto el cumplimiento de la normativa como la calidad del vino o el origen y la salud de la uva", ha explicado Mora.

"Para entender la existencia de una DO, hay que recordar que está totalmente ligada al origen. La historia, de diez siglos de antigüedad, ha derivado en la calidad de estos vinos, así que no se pueden deslocalizar garantía de calidad y origen", ha apuntado Mora. De ahí que los veedores deban comprobar que se cumplen todos los estándares sanitarios de calidad y rendimiento.

En este caso, el equipo de veedores de la DO Rueda está compuesto por siete personas titulares durante todo el año: el director técnico y otras seis personas habilitadas para la realización de estas funciones. Pero, además, durante la época de vendimia, se cuenta con la participación de hasta 15 veedores, cifra que, no obstante, se ha reducido con respecto a cosechas anteriores, cuando ascendía a unas 70 personas.

Esta disminución se debe al cambio en la normativa de la Unión Europea, lo que ha obligado a los veedores a modificar su modelo de trabajo: "Hasta el año pasado contábamos con entre 60 y 70 auxiliares porque se verificaba el cien por cien de entradas de uva en las bodegas. Ahora, el sistema que marca la nueva normativa obliga a hacer muestreos y a cambiar el modelo y el trabajo", según ha señalado el director general de la DO.

De este modo, las personas que antes desarrollaban funciones en báscula y bodega ahora, distribuyen su presencia y su trabajo para ejecutar un control más aleatorio y un mayor muestreo. La presencia, ha explicado Mora, es menor pero garantiza una mayor libertad de movimiento para el veedor, además de incrementar la capacidad de "sorpresa" en los controles.

El perfil de un veedor auxiliar durante la vendimia suele ser el de un estudiante de últimos cursos de titulaciones relacionadas con el campo, tales como ingenierías técnicas o Formación Profesional especializada en temas agrarios, así como el de recién titulados con poca experiencia.

No obstante, según ha recordado Mora, aunque para muchos de ellos la función de veedor suponga la primera toma de contacto con la labor práctica en el campo, se trata de un asunto "serio", pues sobre ellos recaerán labores de inspección y de control derivadas o delegadas por parte de la administración, en este caso, del Itacyl. "Tienen que ser habilitados por la propia Junta, deben trasladar al Itacyl su currículum y, además, tienen que hacer una declaración de intereses y garantizar la confidencialidad de sus actuaciones", ha aseverado.

Una tarea que este año se ha visto afectada, además de por el cambio de normativa, por las especiales circunstancias que ha planteado la pandemia de COVID-19. En este sentido, aunque según ha reconocido Mora las circunstancias han sido "anómalas" y "han condicionado absolutamente todo el trabajo, no ha habido ningún problema". El balance, ha garantizado, es "muy positivo desde punto de vista de calidad", pues los enólogos han quedado "encantados". Todo ello, ha añadido, "gracias a una buena materia prima y un gran trabajo".

Y es que 2020 ha sido "sin duda, un año diferente", tal y como ha apuntado una de las veedoras de la DO Rueda, Lorena Verdejo, ingeniera agrícola y ligada a los viñedos no solo por su apellido, pues ya cuenta con cuatro vendimias a sus espaldas. "Es verdad que no se conoce mucho nuestra labor porque la gente no sabe lo que es un veedor", ha comentado, lo que, sin embargo, no resta para la importancia de su trabajo.

"Lo que hacemos es comprobar la entrada y salida de la uva, que las pesadas sean correctas, que la la uva esté sana o que se separen bien las distintas variedades", ha aclarado.

Siete campañas suma, por su parte, otro de los veedores veteranos de la DO Rueda, Javier Concejo, también ingeniero agrícola, quien ha añadido que, con la nueva normativa, las inspecciones son "más espaciadas", aunque se mantiene el trabajo de campo y el control de las parcelas.

En este sentido, ha afirmado que, en los últimos cinco años, "se nota que la DO ha crecido en número de parcelas", lo que supone un aumento "muy importante" en cuanto a superficie de viñedos. Todos ellos, eso sí, supervisados por la atenta mirada de quienes ponen ojos al campo: los veedores.

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