Las fundaciones Ibercaja y CAI destinan 250.000 euros a impulsar la investigación y la movilidad de estudiantes de la UZ

  • El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, y los directores generales de las fundaciones Bancaria Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig, y Caja Inmaculada, María González, han suscrito este jueves dos convenios de colaboración para fomentar la investigación y la movilidad de los estudiantes, con una aportación de 250.000 euros de ambas entidades.
Rodrigo Escrig, Mayoral y González, tras firmar hoy este acuerdo en el Paraninfo
Rodrigo Escrig, Mayoral y González, tras firmar hoy este acuerdo en el Paraninfo
EUROPA PRESS
Rodrigo Escrig, Mayoral y González, tras firmar hoy este acuerdo en el Paraninfo

Esta aportación, que supera el millón de euros en los últimos cuatro años, permite impulsar el desarrollo social y económico a través de la financiación de proyectos de investigación y estancias en el extranjero de jóvenes de hasta 35 años.

La directora general de la Fundación Caja Inmaculada, María González, ha manifestado que están "ampliamente satisfechos" por la firma de este acuerdo y ha recordado que estos programas de apoyo a la investigación se iniciaron en 1987 y han permitido respaldar el trabajo de 2.000 investigadores.

Sin embargo, debido a la crisis, en 2012 estas ayudas se suspendieron y se retomaron en 2015, lo que "ha sido un orgullo", ha afirmado González, indicando que en estos últimos años se ha colaborado con 185 investigadores. "Es importante porque se apoya a investigadores jóvenes, de hasta 35 años", sufragando los gastos que conlleva su estancia en otros países para desarrollar sus proyectos.

El director general de la Fundación Bancaria Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig, ha expresado también su satisfacción por la firma de este convenio que se enmarca en el compromiso de la entidad con la investigación, la ciencia y la universidad. "Seguimos fieles a nuestro principio de apoyar la formación de estudiantes" y el desarrollo de las personas y de la sociedad aragonesa, ha remarcado.

Rodrigo Escrig ha detallado que este convenio de colaboración se concreta en cuatro líneas de actuación. La primera es el Programa Ibercaja de apoyo al fomento de proyectos de I+D+i para jóvenes investigadores, creado hace tres años y que recibe 40.000 euros.

Su objetivo es potenciar o estimular proyectos de calidad en líneas nuevas de investigación, desarrollo e innovación de la Universidad de Zaragoza, que carezcan de fondos específicos para tal fin provenientes de otras convocatorias y que sean liderados por jóvenes investigadores con contribuciones científicas relevantes. En sus tres primeras ediciones han participado 73 investigadores.

ESTANCIAS EN CENTROS DE INVESTIGACIÓN EUROPEOS

El Programa Ibercaja-CAI de Estancias de Investigación está destinado a investigadores aragoneses menores de 35 años que vayan a desarrollar estancias breves con fines científicos, con un máximo de tres meses, en centros de investigación europeos.

También podrán disfrutar de este programa investigadores extranjeros de prestigio que realicen estancias de investigación en centros aragoneses. Para esta línea se destinará un máximo de 100.000 euros. En la convocatoria del año pasado se beneficiaron de las ayudas 50 investigadores.

El tercer programa busca estimular la movilidad internacional de los estudiantes de la Universidad de Zaragoza. Para la convocatoria de ayudas complementarias Ibercaja para estudiantes del Programa Erasmus se destinarán 90.000 euros.

Desde el año 2000, Fundación Ibercaja viene convocando estas ayudas para Erasmus que han permitido que varias generaciones de universitarios hayan enriquecido su formación académica con estancias en el extranjero. La colaboración en este ámbito fomenta la cooperación entre instituciones y enriquece el entorno educativo, lingüístico y cultural de los participantes, contribuyendo a la formación de los futuros profesionales bien cualificados.

NUEVA CÁTEDRA

A estos programas se añade a partir de este año un cuarto y "novedoso", destinado a la creación de una Cátedra sobre Movilidad, que se pondrá en marcha próximamente y centrará su atención en cuestiones de conectividad.

La cátedra apoyará líneas de investigación relacionadas con la estrategia científica de la Unión Europea, dentro del programa Horizonte 2020. En concreto, la Cátedra Mobility City apostará por el cambio que traerá la tecnología 5G, fundamental para el vehículo conectado, el vehículo autónomo y los sistemas de control en tiempo real, así como para el transporte y las ciudades inteligentes. "Queremos convertir a Zaragoza en polo de atención sobre la movilidad sostenible, inteligente y conectada", ha señalado Rodrigo Escrig.

Por su parte, el rector de la UZ, José Antonio Mayoral, ha agradecido a Ibercaja y Caja Inmaculada su apuesta por estos programas que "han pasado por sus más y sus menos", pero que siguen fomentando los proyectos de investigación de los jóvenes aragoneses. "La universidad sola no podría llegar a hacer esta tarea", ha manifestado, al destacar también que la nueva cátedra sobre movilidad supone "una apuesta por el futuro".

TRES EXPERIENCIAS

Al acto han asistido tres jóvenes que en la edición anterior se acogieron a este programa tanto en investigación como en movilidad. Los tres han explicado su experiencia y han valorado cómo les ha ayudado a dar un paso más en el camino para alcanzar sus metas profesionales.

Gabriel Sanz es doctorando en Ciencias de la Antigüedad. Entre abril y junio del 2018, disfrutó de una ayuda que le permitió realizar una estancia de investigación en la Faculty of Classics de Oxford. Allí, analizó cómo Amiano Marcelino, historiador y antiguo oficial del Imperio Romano, construyó una imagen deshumanizada del bárbaro recurriendo a dos disciplinas científicas de la Antigüedad: la retórica y la fisiognomía.

Sanz, un joven de 26 años natural de Fonz (Huesca) y cuya lengua materna es el aragonés, ha explicado que sus padres son de "clase trabajadora" y tiene una hermana estudiando también en la Universidad de Zaragoza, lo que les supone "un esfuerzo económico considerable" al tener que residir en la ciudad.

Esta ayuda le ha permitido acceder a un centro de investigación "que me hubiera resultado inaccesible por motivos económicos", ha asegurado, para agregar que la experiencia de residir tres meses en Oxford le ha "enriquecido a nivel cultural", por lo que ha expresado su agradecimiento a las tres entidades "por esta oportunidad".

Por su parte, Óscar Lucía ha destacado que esta ayuda ha servido para el desarrollo de nuevas etapas electrónicas de potencia aplicadas al calentamiento por inducción doméstico, permitiendo el desarrollo de cocinas con mayores prestaciones y coste contenido. Estos desarrollos son aplicados a la investigación realizada de manera conjunta con la empresa BSH Electrodomésticos España, teniendo tanto un gran impacto científico como económico para la región. Lucía ha animado a mantener estos programas y a "potenciarlos en la medida de lo posible".

Por último, la joven Irene Lasheras, de 22 años y estudiante de Derecho, realizó su Erasmus en la Universidad Paneuropea de Bratislava, donde pudo conocer muy de cerca la cultura eslovaca y, en general, de los países del centro de Europa, que ha recorrido durante su estancia gracias, en gran medida, a la ayuda complementaria que recibió, que le permitió compaginar sus estudios con numerosos viajes.

Lasheras ha precisado que ha finalizado el grado de Derecho y estuvo durante cinco meses en Bratislava, cursando el último cuatrimestre del cuarto curso de carrera. "He conocido lugares maravillosos, he hecho amigos, he vivido de forma independiente y conocido la cultura eslovaca y del centro de Europa, de lugares que probablemente de otra forma no hubiera visitado", ha resumido la joven.

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