Este jueves comienzan las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno de La Rioja en las localidades de Calahorra, Rincón de Soto y Arnedo para tratar de reducir el número de contagios de covid-19 detectados en estas tres localidades.

Efectivos de la Guardia Civil y Policía Local de Calahorra controlan las entradas y salidas de la ciudad desde la medianoche para impedir la salida de vecinos y la entrada de visitantes.

Únicamente aquellas personas que acrediten motivos laborales, médicos o de índole similar pueden salir y entrar del municipio. Además, se limitan también los horarios de establecimientos hosteleros, entre otros aspectos. Estas medidas tienen, en principio, una vigencia de 7 días, ampliables a otros siete más.

En declaraciones a Europa Press Televisión, vecinos de Calahorra han pedido "responsabilidad" a sus convecinos para que cumplan las normas establecidas y conseguir así que baje el número de contagios.

"En Alfaro con una semana tuvieron bastante. A ver si aquí somos igual de responsables y conseguimos doblegar la curva", ha dicho uno de ellos.

Por su parte, Vicente Gómez, del bar Abadía, ha criticado que se haya llegado a esta situación, que ha achacado a la existencia de mucho "inconsciente", pero ha lamentado que las autoridades se "ceben con la hostelería".

"Vas a los centros comerciales de la localidad, a la iglesia, y pueden entrar un montón de gente, ¿y si yo en mi local tengo dos metros de distancia de mesa a mesa, por qué no dejan en mi local que entre la gente?", ha concluido.

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