¿En qué consistió su conferencia?

Creo que es imprescindible que los temas ético-morales no trasciendan la realidad de la investigación científica. Mucha gente, por desconocimiento, malinterpreta conceptos como células madres o cambio climático, por ejemplo. En España hay poca tradición de periodismo científico.

¿Hay incomprensión sobre la investigación de células madre embrionarias?

Sí, porque los científicos trabajamos sin traspasar nunca las normas éticas. Hay colectivos en la sociedad que quieren imponer límites morales a la investigación, pero creo que no se le deben poner frenos.

¿Por qué?

Somos miles los que investigamos con células madre de embriones, y si lo hacemos no es por una vocación ‘sangrienta', sino por que es el mal menor para encontrar la cura de enfermedades infantiles como la leucemia.

Algunos sectores acusan a los que usan estas células de homicidas.

La comunidad científica tiene casi universalmente claro que cuatro células juntas no son un ser humano. Se considera así cuando el embrión se asienta en el útero, a las 14 semanas de gestación.

¿Cómo está la investigación con células madres embrionarias en el Principado?

Creo que se está quedando muy a la cola. Andalucía, por ejemplo, emplea en este tema el triple del porcentaje de PIB que Asturias.

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