La ley de la Memoria Histórica, que entró en vigor en diciembre del pasado año, no acaba de aplicarse en el callejero coruñés. La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica (CRMH) denunció ayer que, a lo largo de este año, el Ayuntamiento sólo ha cambiado el nombre de una calle –la del franquista Alférez Provisional, que ha pasado a ser la avenida del Puerto–, mientras que las huellas del régimen siguen presentes en 43 puntos de la ciudad, entre plazas, calles o estatuas.

«É inadmisible que sigamos sendo a capital española da simboloxía franquista», aseguró Manuel Monge, presidente de la comisión, que ha elaborado un dossier que recoge sus denuncias, y en el que figuran argumentos legales para exigir su retirada «en masa», ya que Monge entiende que la ley así lo contempla: «Sería impensable que Alemania o Italia tivesen rúas vinculadas ao nazismo ou ao fascismo».

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