El incendio que ha arrasado el campo de refugiados de Lesbos les deja sin ningún recurso: "Vivimos escenas terribles"

  • En el campo de Moria, Grecia, viven por lo menos cuatro veces más personas de las que deberían por aforo permitido.
  • "La responsabilidad es compartida y debería serlo aún más. No es una cuestión solo de Grecia", señala una experta.

El campo de refugiados de Moria, situado en la isla de Lesbos, Grecia, ha vuelto a ser noticia. Por desgracia, esta vez (y como lleva sucediendo desde que se creó, en 2015) también es para contar que su situación, y la de los más de 12.000 refugiados que viven allí, ha empeorado drásticamente. Y es que el incendio, originado la madrugada del martes al miércoles de esta semana, ha arrasado el campo donde residían y les ha dejado en una situación límite. 

Dónde pasar la primera noche ha sido el principal problema. La policía ha cortado carreteras para evitar que se dispersen demasiado, y no les ha quedado más remedio que dormir al raso todos juntos, en busca de algo de calor. Además, el miércoles por la tarde y el jueves por la mañana se han producido otros pequeños incendios, que han terminado de calcinar lo poco que quedaba en pie. 

"Estamos en contacto con las autoridades locales desde antes de lo sucedido y tratamos de coordinarnos con los servicios sanitarios griegos", señala a 20Minutos, Christina Psarra, la directora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Grecia. Respecto al origen del fuego, algunas fuentes apuntan a que fue provocado, pero Psarra señala que "no saben cómo se inició", pero que desde luego "no es su máxima preocupación", porque se centran en "el día siguiente y las personas que están durmiendo en la calleEstamos muy preocupados y pedimos la evacuación de la isla de toda la gente afectada". 

La cadena de televisión griega MEGA, ha publicado imágenes de los refugiados durmiendo en los arcenes de la carretera, así como de la policía antidisturbios cortando la carretera, y varios medios locales apuntan a que la noche anterior se aplicó gas lacrimógeno sobre algunos grupos, con el objetivo de dispersarlos. 

Un hombre se ducha, aprovechando un caño de agua, junto a una construcción arrasada por el fuego en el campo de refugiados de Moria, en Lesbos (Grecia).
Un hombre se ducha, aprovechando un caño de agua, junto a una construcción arrasada por el fuego en el campo de refugiados de Moria, en Lesbos (Grecia).
ORESTIS PANAGIOTOU / EFE

El de Moria es un campo que se creó originariamente para albergar a un máximo de 3.000 personas y en la actualidad viven (o "sobreviven", dicen las ONGs) entre 20.000, según el gobierno griego, y 12.000 seres humanos, según diversas ONGs. Del total, calculan que 4.000 son niñas y niños, de los cuales cerca de 400 no tienen familia. Con estos datos, en el mejor de los casos estarían instaladas un número de personas cuatro veces mayor al establecido cuando se creó, por lo que el hacinamiento es máximo.

Marío López Alba, responsable del área de salud mental de MSF en Moria, explica como ha vivido la situación desde el campo: "Antes del incendio, las condiciones mínimas de seguridad e higiene no estaban para nada aseguradas. El fuego lo ha arrasado todo. Vivimos escenas terribles al final del miércoles: muchas familias con niños muy pequeños, adolescentes huyendo, durmiendo en mitad de la calle entre Moria y la localidad de Mytilene".   

Además, López añade que las dificultades no paran de crecer, y los recursos se están agotando: "Los padres nos cuentan que los niños están muy asustados y que ellos están muy preocupados porque no logran ni siquiera cubrir las necesidades más básicas: agua, comida, medicación.." Además, muchos de sus pacientes "no tienen acceso ni siquiera a un lugar dónde cargar los móviles, por lo que estamos perdiendo la posibilidad de contactarlos o de que nos llamen".

De momento, los más afortunados han sido los menores no acompañados, ya que 325 han sido evacuados de la isla en tres vuelos fletados por el Gobierno griego y la Organización Internacional de las Migraciones, a la espera de que algún país europeo los acepte. Alrededor de otro centenar de niños sin familia están actualmente en las instalaciones de Unicef. 

Barracones, chabolas y tiendas de campaña se repartían entre niñas, profesores, ingenieras o mecánicos que decidieron cruzar el mediterráneo, mayormente desde Siria, junto a sus familias en busca de un futuro mejor, y que se encontraron desamparados debido a una política migratoria europea sin definir, y que, una vez se estableció, nunca llegó a cumplirse. 

Una mujer arrastra un colchón tras huir del campo de refugiados de Moria, en Lesbos (Grecia), arrasado por varios incendios.
Una mujer arrastra un colchón tras huir del campo de refugiados de Moria, en Lesbos (Grecia), arrasado por varios incendios.
EP

Por otro lado, hay una unanimidad entre las organizaciones de que este hecho se podría haber evitado. Ana Fontal, que conoce el campo de primera mano y es especialista en migración y asilo de niños y niñas de Aldeas Infantiles, declara a 20Minutos que este escenario "era cuestión de tiempo", por la situación en la que se encuentran los refugiados, pero también lo ve como "una oportunidad para cambiar el enfoque: la respuesta que Europa está teniendo, con el mantenimiento de personas viviendo en condiciones infrahumanas, no es la adecuada. Necesitamos una respuesta a nivel estructural que garantice los derechos mínimos".

Los refugiados habían comenzado una "cuarentena masiva" tras registrar los primeros positivos en Covid-19

Los migrantes han tenido una "movilidad muy restringida" desde el inicio de la pandemia, pero López Alba narra que se encontraban actualmente en una "cuarentena masiva", tras registrar hace unos días algunos positivos en Covid-19. Por último, recuerda que la situación desde hace unos meses era de "crisis humanitaria", ya que se estaban registrando "una media de dos intervenciones de emergencia al día", entre las que se considera ataques de pánico, conductas suicidas, autolesiones y "muchos casos de violencia sexual". 

En cuanto a la relación de los migrantes con la población local, Francisca Bohle Carbonell, una enfermera de MSF que atiende a diario a decenas de estas personas en Moria, admite que están "teniendo muchos problemas para mantener una relación amable", a pesar de que reconoce que "nunca ha sido fácil". Además, proclama que "el problema de Moria no es nuevo, lleva desde hace 5 años así", y ahora, con los refugiados en la calle, la situación es aún más compleja. 

"Con el escenario actual perdemos todos"

Desde Aldeas Infantiles, Ana Fontal explica que en el marco legislativo las medidas están formuladas, pero no ejecutadas: "Toda la legislación y leyes están ahí, solo hay que cumplirlas. Hay que transformar las leyes europeas en nacionales e implementar los compromisos que ya hemos aprobado, para que estas personas puedan tener acceso a sus derechos. Además, a nivel de sociedad tampoco es bueno tenerlos olvidados, porque en un futuro pueden contribuir y aportar mucho. Con el escenario actual perdemos todos". 

Respecto a quién concretamente debe tomar la decisión y comenzar a aplicar las políticas migratorias adecuadas, Fontal opina que no depende solo de un estado u organización: "La responsabilidad es compartida y debería serlo aún más. No es una cuestión solo de Grecia, que tiene sus obligaciones en relación a la legislación actual y las está violando, la respuesta debe ser europea. Los refugiados crecen cada año y Europa cada vez contribuye menos a nivel de acceso. Los estados del viejo continente se deben unir y crear una alternativa real, que se amolde a las necesidades reales, porque las sufren muchas personas".

El ministro griego de Migraciones, Notis Mitarakis, ha hecho unas declaraciones este jueves sobre el futuro de los refugiados. En ellas ha asegurado que un ferry anclado en el puerto de Mytilene y otros dos buques de la Armada se trasladarán a Lesbos para albergar mínimo a un millar de personas, pero es consciente de que son muchos más, por lo que tienen en mente enviar al ejército para que reparta tiendas de campaña y suministros, mientras que la OMS ha anunciado que mandará material médico. 

Respecto a qué sucederá con Moria, Mitarakis ha señalado que “necesita una estructura cerrada, que garantice condiciones dignas de vida a los residentes”, lo que se traduce en que habrá una reconstrucción del centro. Sin embargo, no se hará como campamento de refugiados, sino como un centro de detención totalmente cerrado.

Por último, el gobierno griego ha anunciado que no se va a trasladar a ningún refugiado fuera de Lesbos, aparte de los menores no acompañados. El portavoz del ejecutivo, Stelios Petsas, ha declarado: “Algunos no respetan el país que les acoge. Pensaban que incendiando Moria podrían abandonar la isla, pueden olvidarse de ello”.

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