Los nidos -que contenían 141 y 74 huevos- se han abierto para evitar los riesgos que supondría un descenso de las temperaturas para los ejemplares, según ha informado la Conselleria de Territorio este martes en un comunicado.

El 50% de los huevos han resultado viables, ya que anteriormente ya se habían trasladado 14, y hay 21 tortugas recién nacidas, que también se han desplazado para que liberarlas en el mar posteriormente.

Los dos nidos fueron localizados el 15 de julio y corresponden a una misma madre que, además, es el primer caso de una tortuga boba que vuelve Catalunya para anidar.

Los nidos ya tuvieron que desplazarse una vez por encontrarse en una zona de riesgo con la colaboración de 170 voluntarios coordinados del Grupo de Estudio de Ecosistemas Catalanes (Gepec).