Muchos de los heridos presentan lesiones muy graves y hay muchos desaparecidos, por lo que la cifra de víctimas puede aumentar por encima de un millar.

La tragedia ocurrió en el puente que conduce a la mezquita de Musa al-Kadem, tercer santuario más sagrado para los chiíes en Bagdad, tras correr el rumor de que había un terrorista suicida entre la turbamulta.

Mujeres y niños

El pánico se propagó entre los miles de fieles, que comenzaron a correr en todas direcciones por el puente que conduce al barrio de Kademiya, escenario en los últimos días de una de las peregrinaciones más importantes del calendario musulmán chií. Parte de la turba quedó atrapada junto a una de las vallas, que cedió y provocó que cientos de personas cayeran al vacío y al río Tigris, que se pobló de heridos y de cadáveres (sobre todo, de mujeres y niños).

Es la catástrofe más grave ocurrida en Irak en las últimas décadas.

Talabani acusa a Al Qaeda

El presidente iraquí, Yalal Talabani, acusó al terrorista Abu Musab al Zarqaui, jordano suní y presunto cabecilla de Al Qaeda en Irak, de la tragedia: «Detrás del ataque con morteros, que provocó el pánico entre la multitud, está el terrorista Al Zarqaui, un criminal que atiza la hostilidad religiosa en Irak», dijo, si bien admitió que Talabani reconoció que las autoridades cometieron «varios graves errores» a la hora de organizar la ceremonia.