Los concursantes de Gran Hermano 10 tuvieron que enfrentarse ayer a una dura prueba: debían hacer mil bolsas de muñecas cada uno en 24 horas. Los grandes hermanos se dieron a ello con entusiasmo al principio y con dolor después. Horas de escribir, rellenar y grapar bolsas causaron estragos en la musculatura de los concursantes.
Pero el remedio lo tenía Iván, que pidió a Orlando que le pisara la espalda para remediar el dolor que le producía el trabajo. Así, el de Santander se tumbó en el suelo y su amigo se le subió encima, haciéndole una curativa imposición de pies.
En las bolsas que han hecho, cada uno debía incluir una muñeca y una tarjeta con un mensaje manuscrito. "Espero que tus deseos se hagan realidad" escribía Almudena y "Cada latido de tu corazón es un sueño que se está haciendo realidad" o "Cuando sientes que tienes un problema, antes de frustrarte ten en cuenta que hay gente que está peor que tú" caligrafiaba Javier.
La casa de Gran Hermano 10, según iban avanzando las horas, parecía el scriptorium de un convento, con todos callados y centrados en la tarea. Al final, Iván fue el primero en completar sus mil muñecas, seguido por Orlando. Ambos siguieron trabajando, ayudando a los compañeros que iban más retrasados. Liz y Carlos F. fueron los siguientes, pero se fueron a dormir, mientras Palomares, Almudena, Mirentxu y Julito acababan sus bolsas, en ese orden.
Estos lotes solidarios, se venderán en favor de Global Humanitaria y para ello serán trasladados en globo a los lugares de residencia de los concursantes que los hayan realizado. En lo que a la convivencia se refiere las relaciones entre Mirentxu y Liz van de mal en peor, con gran inquina por parte de la septuagenaria y disgusto de la dominicana.
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