La indignación y la conmoción recorren Bélgica después de que haya transcendido un vídeo que muestra una intervención policial nada ortodoxa en un calabozo del aeropuerto de Charleroi (Bruselas) que acabó con la muerte, en 2018, de un hombre de 38 años y nacionalidad eslovaca que estaba bajo custodia policial.
Las imágenes muestran cómo el arrestado, Jozef Chovanec, se golpea la cabeza con violencia con la puerta de la celda y empieza a sangrar abundantemente. Cuando llegan los agentes, lejos de prestarle atención sanitaria, forcejean con él, uno de ellos se sienta sobre su pecho durante 18 minutos, el resto de compañeros ríen y una uniformada hace el saludo nazi.
La estupefacción que ha causado el vídeo ha llegado hasta el Gobierno. "Es indecoroso y totalmente impactante”, ha valorado el ministro de Justicia, Koen Geens, a una cadena de televisión sobre las imágenes, que han sido publicadas por el periódico 'Het Laatste Nieuws'.
Mientras, el responsable de Interior, Pieter De Crem, ha asegurado que se ha abierto una investigación porque la intervención había sido "desproporcionada". De hecho, la policía que hace el saludo nazi ya habría sido apartada de sus funciones habituales y no haría labores de atención al público. Además, el número 2 de la seguridad federal estaría a punto de dejar su cargo, de acuerdo con el medio que dio la exclusiva del vídeo.
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