Los hoteles y casas rurales del interior de la provincia de Castellón han superado durante el puente de la Inmaculada el 80% de ocupación, según los datos aportados por centrales de reservas de turismo rural y oficinas de turismo de la zona.

Aun así, este ha sido un fin de semana en el que "hemos tenido menos gente que en años anteriores, pero ha habido carga de trabajo", según comentan restauradores de Morella. En los restaurantes también han detectado que los clientes, pese a comer fuera de casa, recortan en gastos. "Piden el vino de la casa, no toman postre, toman sólo un plato o no toman café", según los profesionales.

Algunos de los turistas han aprovechado estos días de descanso para mostrar su afición a los productos tradicionales. Un ejemplo es  Els Ibarsos donde han llegado a vender en una mañana cerca de un millar de hogazas de pan.

Olivos milenarios

Por su parte, en las casas rurales de Xert los visitantes han preguntado por el aceite de oliva, especialmente el embotellado con olivas procedentes de árboles milenarios.

Pese a la crisis los productos de calidad del interior siguen teniendo demanda. Lo corroboraron así en las queseras artesanales de Catí y Morella donde, además de adquirir quesos trufados o al vino, así como las variedades tradicionales, se puede observar cómo es la elaboración del producto.

Pero el gusto por las costumbres no está reñido con las nuevas tecnologías y en los hoteles rurales los visitantes preguntan cada vez más por la conexión a internet y la posibilidad de conectar a las televisiones consolas.

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