¿A qué temperatura se considera que hay fiebre? 

Imagen de archivo de un termómetro
Termómetro digital.
GTRES
Imagen de archivo de un termómetro

Uno de los síntomas principales del nuevo coronavirus es la fiebre pero, ¿cómo podemos ser capaces de detectarla? Dolores musculares, sensación de malestar general, sudoración, escalofríos, pérdida de apetito, deshidratación... los síntomas y signos de alerta varían dependiendo de la enfermedad que cause este aumento de la temperatura corporal.

La fiebre es una reacción natural de nuestro organismo para activar los sistemas de defensa frente a las infecciones originadas por virus, bacterias u otros microorganismos. En este sentido, ¿cuándo podemos decir que realmente tenemos fiebre? ¿A qué temperatura debe estar nuestro cuerpo y cómo podemos medirla en casa?

¿Cuándo se considera que hay fiebre?

La temperatura del cuerpo puede variar dependiendo de cada persona y a lo largo del día. Para una persona adulta, la fiebre no supone una causa de preocupación a menos que alcance temperaturas muy elevadas, pero en lactantes y bebés, sí puede indicar una infección grave, tal y como destacan en Mayo Clinic. La temperatura corporal media suele ser de 37°C y puede oscilar desde los 36.1°C a los 37.2°C, aproximadamente. Por debajo de los 36°C se considera hipotermia y la temperatura superior a los 38°C indica que la persona tiene fiebre. 

En este sentido, se considera fiebre en niños cuando la temperatura corporal alcanza los 37,5ºC en la axila o los 38ºC si se toma en el recto, según la Asociación Española de Pediatría (AEP). Una temperatura inferior a estos valores se considera febrícula.

En el caso de los adultos, "la temperatura se considera alta si es superior a 38°C cuando se mide con el termómetro en la boca, o superior a 38,2°C cuando se mide con un termómetro rectal", destacan en MSD Manuals. La temperatura de 37 °C se considera normal, pero puede variar a lo largo del día y normalmente es más elevada al finalizar la tarde.

¿Cómo podemos medir la fiebre?

Para tomar la temperatura con técnicas no invasivas, tanto en niños como en adultos, existen diferentes tipos de termómetros como los orales, en la axila, los rectales, los del oído o los de frente (arteria temporal). El uso del famoso termómetro de mercurio fue prohibido en la Unión Europea en el año 2009 al ser considerada esta sustancia como tóxica. 

De esta manera, han surgido varias alternativas y actualmente las que mas se usan en el hogar son las electrónicas. Los termómetros digitales "utilizan sensores de calor electrónicos para registrar la temperatura corporal y se pueden utilizar en el recto, la axila o la boca", subrayan en Mayo Clinic.

Una de las ventajas de este tipo de termómetros es que son fáciles de utilizar, el precio no es costoso, la medición de la temperatura se realiza en cuestión de segundos o minutos y son bastante precisos. Sin embargo, tal y como destacan en Mayo Clinic, las temperaturas rectales suelen ser más precisas que la de las axilas, especialmente para los bebés y niños de hasta tres años de edad. 

¿Cómo funcionan los termómetros infrarrojos? En primer lugar, los termómetros timpánicos "utilizan un rayo infrarrojo para medir la temperatura dentro del conducto auditivo". Estos dispositivos son bastante rápidos y generalmente cómodos para niños y adultos. Sin embargo, "no se recomiendan para los recién nacidos". Además, apuntan, "la cera de los oídos o un canal auditivo pequeño y curvo puede interferir con la precisión de una temperatura tomada con un termómetro digital de oído". 

Por otro lado, los termómetros para la frente utilizan un escáner infrarrojo "para medir la temperatura de la arteria temporal en la frente". Según Mayo Clinic, registran la temperatura rápidamente y son "fácilmente tolerables". Estos termómetros son apropiados para bebés con edad superior a tres meses y "las investigaciones recientes sugieren que también podría proporcionar lecturas precisas en recién nacidos". Sin embargo, el precio es bastante más elevado que los termómetros digitales convencionales. 

Estos termómetros no emiten energía ni radiaciones láser, ya que únicamente captan la radiación térmica emitida por la persona, esto es, el calor corporal. El cálculo es bastante preciso, permite una medición sin contacto y la temperatura aparece en la pantalla digital en apenas unos segundos.

¿En qué casos debemos acudir al médico?

En el caso de los bebés, es necesario consultar a los profesionales sanitarios cuando es menor de tres meses y la temperatura rectal es de 38 °C o superior. Si la edad está comprendida entre los tres y seis meses y tiene una temperatura rectal de casi 39°C también es imprescindible llamar al médico, sobre todo si presenta irritabilidad o molestias. 

Uno de los mayores temores de los padres son las posibles convulsiones febriles que pueden ocurrir en algunos niños. Por ello, resulta primordial observar el comportamiento de los más pequeños ante posibles signos de alarma. Si es menor de dos años y la fiebre continúa durante más de un día deberá contactar con los profesionales médicos. También si tiene otros síntomas asociados como tos o diarrea. 

En el caso de niños más mayores, algunos de los signos de alarma que son motivo de consulta médica serían los siguientes: irritabilidad, vómitos, dolor de cabeza, molestias generales, dolor de estómago o fiebre durante más de tres días. 

Respecto a los adultos, si la temperatura es de 39°C o superior será necesario llamar al médico. Según Mayo Clinic, si algunos de estos síntomas acompaña la fiebre se debe buscar atención inmediata:

  • Dolor de cabeza intenso.
  • Erupción inusual en la piel.
  • Sensibilidad inusual a la luz.
  • Rigidez en el cuello.
  • Confusión.
  • Vómitos.
  • Dificultad para respirar o dolor en el pecho.
  • Dolor abdominal o dolor al orinar.
  • Convulsiones o ataques.
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