Casi tres mil vecinos de la parte sur de Mairena del Aljarafe ponen en riesgo su vida cada día al ir a trabajar, al ir al instituto o simplemente cruzar. El peligro se concentra en siete barriadas por donde pasa la Carretera de Palomares. Un tramo en el que sólo hay un paso de cebra y ningún semáforo que regule el tráfico.

Para cruzar la vía, los vecinos tienen que mirar que no vengan coches y pasar corriendo. «Llevamos casi dos años pidiendo que pinten pasos de cebra o hagan algo. Para colmo no hay arcenes. Todavía no ha pasado nada grave pero cualquier día puede ocurrir. Es una temeridad», dice a 20 minutos Francisco Crespo, presidente de la asociación de estos vecinos.

Se da la circunstancia de que en este punto hay un instituto y una parada de autobús, por lo que chavales y viajeros tienen que extremar la precaución a la hora de atravesar la carretera.

Las asociaciones de vecinos afectadas se han reunido ya siete veces con el alcalde de Mairena sin que hasta ahora hayan visto cumplidas sus reivindicaciones.

«Nos prometió que antes de final de año lo tendríamos todo solucionado y aún no se ha hecho nada», lamenta Francisco Piñero, otro vecino. «Son barriadas del año 1992 y desde entonces, estamos igual».

El Circular no entra

Pero a esta denuncia se une otra más que «es básica»: el transporte. Los residentes de estas siete barriadas (Villasol, Puebla del Marqués, Residencial El Marqués, Estacada del Marqués, Calaholla, Vistalegre y Las tres barras) se quejan de que el circular de Mairena del Aljarafe, el M-101, no entra en estas urbanizaciones.

De esta forma, tienen que caminar por los lados de la carretera hasta los puntos más cercanos del autobús, exponiéndose a ser atropellados: «desde mi casa hay hasta 3 kilómetros», dice Francisco. Los vecinos ya han reunido cientos de firmas pidiendo más conexiones y se han reunido con el Consorcio de Transportes para exponerles este problema.

MÁS NOTICIAS DE SEVILLA