La enfermera que atendió en primer momento al subdirector de la cárcel de Quatre Camins (Barcelona) apaleado de forma brutal por el grupo de internos que se amotinaron el 30 de abril de 2004 ha declarado que éste hubiera muerto ahogado en su propia sangre si no hubiera sido evacuado.

La enfermera, que ha testificado en el juicio contra los 17 presos imputados por este motín, ha hecho una

espeluznante narración del estado en el que se encontró el cuerpo del entonces subdirector de régimen interior, Manuel Tellón, al que los amotinados habían propinado una brutal paliza y habían clavado un

objeto punzante en el cuello, que había provocado un charco de sangre.

La sanitaria ha explicado que cuando llegó al patio del módulo 1 donde se produjo el motín no sabía lo que había ocurrido, y que al dirigirse al cuerpo que estaba tendido boca abajo en el suelo, con el

rostro desfigurado por los golpes, desconocía que era el subdirector.

Al intentar aproximarse a Tellón, el interno F.P.H. (uno de los cabecillas del motín) le dijo a la enfermera: "no te acerques que lo mato", y amenazó con pinchar al subdirector

una vez más con un punzón, momento en el que un grupo de entre 15 ó 20 presos gritó al unísono: "mátalo, mátalo, mátalo", ha explicado la sanitaria.