El Ayuntamiento de Huesca impondrá multas de hasta 3.000 euros para sancionar los actos vandálicos contra el mobiliario urbano o la pintada de "graffitis" en edificios catalogados como monumentos protegidos.

Esta medida esta incluida en la nueva ordenanza municipal de convivencia, que los grupos políticos que conforman el pleno del Consistorio oscense aprobaron ayer por unanimidad y tras meses de debate en comisión.

Sanciones

La nueva normativa aprobada prevé la imposición de multas de hasta 750 euros para las faltas leves, de 750 a 1.500 para las graves (práctica de juegos en la calle con riesgo para las personas o hacer botellón), y de 1.500 a 3.000 para las consideradas muy graves. Entre las muy graves se incluye, además de los actos vandálicos y la pintada de graffitis en monumentos, la incitación de los menores al consumo de alcohol o el vertido de objetos o de sustancias peligrosas para la salud pública.

Aunque la normativa aragonesa de 2002 que regula el importe máximo de las multas a aplicar en las ordenanzas municipales de convivencia limita las sanciones leves a 150 euros, a 900 las graves y a 1.800 las muy graves, una ley estatal ha permitido al Consistorio oscense incrementar las cuantías.

Según  el concejal responsable del área de Seguridad Ciudadana, Luis Felipe, la finalidad no es recaudatoria sino preventiva y educativa. Según explicó el edil, las fines educativos dados a la normativa de convivencia carecerían de sentido si las sanciones fueran "ridículas" y no ajustadas al tiempo actual.

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