La interrupción de los embarazos voluntarios ha sufrido un fuerte crecimiento en los últimos cinco años, sobre todo en menores de 20 años. De las 183 prácticas de este tipo que se hacían en 2002 se ha pasado a las 329 en 2007.

También han aumentado los abortos en las mujeres en general y se ha pasado de los 977 casos de hace seis años a los 1.639 de 2007, lo que significa que se han incrementado en un 67%.

Si se compara con el resto de las provincias andaluzas, Córdoba es de las que menos abortos tienen al año, por encima de Huelva y Jaén.

Respecto a la edad, la franja de los 20 a los 24 es la que bate el récord en número de intervenciones con 459 en 2007. La mayoría de las mujeres que decide poner fin a la gestación acude a un centro público, pero como en Córdoba no hay ningún centro que realice esta práctica las mujeres tienen que desplazarse a Sevilla.

Los motivos

Según los datos de la delegación de Salud, la mayoría de las mujeres, un 97%, que abortaron lo han hecho por problemas de salud. Ese motivo engloba cualquier trastorno físico o psíquico, fundamentalmente por depresión.

Los otros dos motivos que contempla la ley para que no sea delito son que el embarazo represente un riesgo importante para el feto o que sea producto de una violación, aunque en el caso de la provincia esos motivos representan sólo el 3%.

El perfil de la mujer que aborta mayoritariamente es el de personas con estudios básicos y sin hijos. En la opinión de la psicóloga y coordinadora de los talleres de salud para los jóvenes de Cruz Roja, Lola Aranda «los jóvenes conocen los métodos anticonceptivos, pero lo que tienen que cambiar son las aptitudes para que los utilicen y practiquen sexo seguro, porque sí que tienen acceso a ellos».

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