No todos los días se vuela sobre el Cañón del Colorado y mucho menos con un propulsor portátil. Sin embargo, Eric Scott lo ha hecho y además batiendo el récord mundial de distancia recorrida sobre un sistema de propulsión a chorro.
La imagen de Scott sobre el cielo era más propia de ciencia ficción que de la vida real. El cañón tiene una profundidad superior a los 330 metros. En 2003, un hombre que intentó saltarlo en paracaídas murió al calcular mal la distancia.
Scott trabaja para la empresa que ha desarrollado el sistema de propulsión personal para acrobacias y actos publicitarios, y se basa en uno creado en la década de 1960 para el Ejército. El diseño original podía volar durante unos 20 segundos, pero el nuevo puede hacerlo durante más de 30 y desarrollar una velocidad de más de 112 kilómetros por hora.
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