La antigua fábrica de vidrio La Trinidad, que cerró sus puertas en 1999 y que está declarada desde 2001 como Bien de Interés Cultural (BIC) Etnológico, comienza a ver la luz después de dos décadas de abandono, expolio y ocupaciones ilegales. Y es que la primera fase de rehabilitación de este conjunto fabril, ubicado entre la avenida de Miraflores y la Carretera de Carmona, estará finalizada este mismo verano, como paso previo a la construcción de 200 viviendas, equipamientos públicos y espacios libres.

El proyecto completo supondrá una inversión de más de 30 millones de euros y una iniciativa "estratégica para esta zona de la ciudad", aseguró este lunes el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que visitó las obras que se están desarrollando en este enclave junto al delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, la delegada de Patrimonio, Carmen Fuentes, la delegada del Distrito Macarena, Clara Macías, y representantes de la junta de compensación, titulares de los suelos.

Esta primera fase de la rehabilitación, que se desarrolla sobre unos 7.400 metros cuadrados de superficie consolidada –incluyendo sótanos y la chimenea– contempla el derribo de las zonas no protegidas, una intervención cuya ejecución se encuentra actualmente al 85%.

Asimismo, la junta de compensación está desarrollando tareas de limpieza y consolidación en los elementos protegidos por un importe de 430.000 euros, trabajos que afectan a las cuatro naves de la fábrica –la principal y tres auxiliares–, los hornos, la emblemática chimenea y el muro de cerramiento. Estas actuaciones comenzaron en diciembre de 2019 de la mano de los estudios de arquitectura MDArquitectura y BM2, y el de ingeniería Geiser, y hasta el momento se ha rehabilitado la estructura y se han instalado 22 cerchas metálicas, otras seis cerchas de madera y más de cinco kilómetros de viga de hierro.

Una vez que concluya esta primera fase del proyecto, cuya finalización está prevista para este verano, la junta de compensación tramitará el correspondiente proyecto de urbanización de los viarios y los espacios libres, cuya redacción coordinará la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente. En este punto, está previsto llevar a cabo una urbanización de uso peatonal que permitirá la conexión entre la avenida de Miraflores y la Carretera de Carmona.

Posteriormente, se aprobarán los proyectos de urbanización y de reparcelación, de manera que los promotores adjudicatarios de cada una de las parcelas resultantes podrán solicitar las licencias de obra para la construcción de las 200 viviendas de acuerdo con la distribución del Plan Especial.

En esa fase, las naves y espacios protegidos pasarán a ser de titularidad municipal para el desarrollo de proyectos de interés estratégico para la ciudad, entre los que está prevista la configuración de un centro de interpretación, un museo o un espacio expositivo centrado en la labor que se realizaba en la fábrica.

Si bien el alcalde ha asegurado que aún no están definidos ni decididos esos usos y que para ello se tendrá en cuenta a los vecinos de la zona y a la Plataforma Salvemos la Fábrica de Vidrios La Trinidad. En cualquier caso, puntualizó el regidor, ya se ha reservado una primera planificación de, como mínimo, dos millones de euros a través del plan municipal extraordinario de inversiones de patrimonio del suelo.

Los siguientes trámites que se encuentran pendientes son la aprobación del proyecto de reparcelación previsto para este verano y del proyecto de urbanización que se encuentra en redacción para su tramitación antes de fin de 2020, de forma que las obras puedan comenzar en 2021.

Actualmente, el sector tiene cuatro propietarios mayoritarios y un pequeño grupo de minoritarios. Entre los mayoritarios, Arqura Homes, promotor del proyecto, tiene más de la mitad de la propiedad, ostenta la Presidencia de la junta de compensación y junto a AVRA, Ayuntamiento de Sevilla y Grupo ABU están impulsando el ámbito. Mientras que la promotora Aelca se encargará de la gestión y de la comercialización.