Iván se ha confirmado como el auténtico superviviente de la décima edición de Gran Hermano. Aunque muchos de los compañeros de la casa quieren verle fuera, el modelo aguanta semana tras semana siempre nominado. Liz tiene la teoría de que el "público le ama fuera de la casa".

Ese amor exterior no se corresponde con lo que siente Mirentxu por él en el programa de Telecinco. La concursante donostiarra ha vuelto a tener un enfrentamiento con Iván por no respetar algo muy sagrado para ella: el sueño.

Si alguien va al baño, Mirentxu se despierta porque la luz le da lleno en la cara así que Julito ha dispuesto una colcha, a modo de cortinilla, pero ni con eso vale. Y como el modelo utiliza justo el baño del almacén, Mirentxu se lo ha reprochado.

Ecología por un tubo

La prueba semanal pone de relieve el lado más ecológico de los habitantes de la casa. Cada uno deberá plantar cuatrocientos árboles para concienciarse de lo importante que es la reforestación. Si superan la prueba, podrán volver a hacer compra... otro motivo de conflictos en GH.

Los encargados de "ir al supermercado" esta semana han sido Loli y Orlando que luego han tenido que justificar ante el resto los alimentos que han adquirido. Mirentxu ha protestado por la poca verdura que han comprado y porque no hay pollo. Así que Mirentxu se ha agenciado las pechugas que quedan, pero Nani y Gisela no están dispuestas a consentírselo.

Chiqui ha decidido hacerse la dura con Julito y va a "pasar de él". Sin embargo, Almudena se mosquea cuando se entera por Gisela de los comentarios que va haciendo Liz por la casa. Por lo visto, la dominicana va diciendo que Julito se le declaró el día de la gala.

La murciana no termina de creerlo y asegura que Liz "es capaz de cepillarse al loro por quedarse" en el programa.