En los nueve primeros meses del año los juzgados de la provincia de Alicante han ejecutado 383 reclamaciones de rentas por parte de propietarios y 118 deshaucios a inquilinos morosos, según han señalado fuentes delTribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV).

En total, ambas suman más de 55 casos judiciales contra inquilinos morosos cada mes. El año pasado fueron 498 y 188 respectivamente, según estas fuentes.

Para evitar tener que pasar por esta situación «larga y desagradable», según el letrado Antonio Ramos, muchos propietarios exigen un aval bancario a la hora de alquilar su vivienda.

Esta garantía, equivalente a seis meses o un año de alquiler, ya se solicita prácticamente en todas las ofertas de pisos alicantinos (el 90%, según una decena de inmobiliarias consultadas).

Los inquilinos piden estos avales para asegurarse el cobro, porque «muchos destrozan los pisos y no pagan», aseguran desde el sector inmobiliario local.

Este extremo lo niegan varios agentes de la propiedad consultados. Aseguran que el 75% de los inquilinos «pagan correctamente a final de mes», aunque reconocen que la ley de arrendamiento «favorece al inquilino» y ha suscitado preocupación entre los arrendadores.

Otra de las opciones que eligen los propietarios es el blindaje de los alquileres con cláusula de arbitraje, que se ha duplicado en la provincia de Alicante, con 2.782 en el primer semestre de este año frente a los 2.487 de todo el año pasado, según apuntan desde la Asociación Europea de Arbitraje (AEADE).

Testimonio

María de Juan. Profesora, 43 años.

«No abría a los del juzgado»

María se separó de su pareja y alquiló su piso para poder pagarle a él la parte de la hipoteca. «Me fui a vivir con mis padres para poder pagar la hipoteca del piso y la parte que me correspondía a mi ex pareja. El primer mes me pagó por adelantado, incluso la fianza, pero ese fue su primer y último pago. Le denuncié pero el juicio se demoró un año porque mi inquilino no abría la puerta cuando iban del juzgado a citarle y entonces no podían localizarle para avisar de cuando iba a ser el juicio. Al final logré echarlo pero he perdido un año.»

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