Según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern en un comunicado, se trata de un proyecto financiado con fondos del Impuesto de Turismo Sostenible y que cuenta con un presupuesto de 400.000 euros.

Actualmente, la desaladora de Formentera dispone de dos líneas de producción renovadas en 2015 que producen 5.000 m3 diarios, además de una tercera línea más antigua con capacidad de 2.000 m3 diarios y que sólo opera en casos de demanda elevada, principalmente en los meses de verano.

Así, toda el agua potable que se consume en la Isla es suministrada por Abaqua a partir de la producción de la planta.

Según ha explicado el Govern, desde 2015 la producción de agua desalada en Formentera se ha incrementado un 16 por ciento, por lo que se considera conveniente renovar la tercera línea de producción con la instalación de un nuevo bastidor de ósmosis inversa que tendrá una capacidad de 2500 m3/día.

La actuación prevé el uso de nuevas tecnologías que permitirán una reducción del consumo energético de la planta.

Con estas mejoras, se refuerza la garantía ya existente del suministro urbano de la Isla. La mayor capacidad de la planta permitirá reducir la presión sobre el acuífero, actualmente en estado de sobreexplotación y salinización.