Esta mañana, sobre las 6 horas, sesenta activistas de la organización ecologista

Greenpeace han logrado

instalar un contenedor en la entrada principal de la

central nuclear de Garoña (Burgos) para exigir al Gobierno el cumplimiento de su compromiso de

cierre de las centrales nucleares y la

clausura inmediata de esa central.

En el interior del contenedor, fuertemente anclado al suelo, se encuentran una decena de activistas de la campaña

'Yo soy antinuclear'. La organización asegura que "están

preparados para resistir". Otro grupo de activistas se ha encadenado a la puerta de la central nuclear, mostrando

La protesta persigue, según Greenpeace, recordar a la opinión pública el

compromiso electoral del PSOE de sustituir de forma gradual la energía nuclear en España. "Es hora de que el Gobierno socialista cumpla su compromiso de cerrar Garoña y las demás centrales nucleares", ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace. "El presidente

Zapatero cometería un grave error si decide darle la espalda a la mayoría antinuclear de la ciudadanía".

Greenpeace denuncia que Garoña, inaugurada en 1971, está

"totalmente amortizada desde hace años", y es una central nuclear "obsoleta", aquejada de "graves problemas de seguridad".  Su permiso de explotación termina en julio de 2009.