Según informó el organismo regulador nuclear español en un comunicado, el CSN supervisó las actuaciones de los responsables de la central para la recuperación de las condiciones de seguridad y asesoró al director del Plan de Emergencia Exterior en el proceso de toma de decisiones, recomendándole las medidas de protección radiológica que deberían adoptarse.

El ejercicio de simulacro comenzó a las 10.45 horas a raíz de la notificación por el titular de la central de una situación de emergencia en el Emplazamiento (categoría III) debido a una caída simulada a la piscina de combustible gastado de un elemento combustible y las herramientas de manejo, así como la de un trabajador que estaba realizando labores de carga de los contenedores de combustible.

Entonces, el CSN activó de forma inmediata su Organización de Respuesta ante Emergencias en modo 2 y mantuvo permanente comunicación con las autoridades involucradas en la resolución de la emergencia, informó el CSN en un comunicado. En el ejercicio se simuló una emisión limitada de radiación al exterior y el trabajador afectado fue trasladado al servicio médico de la central para su tratamiento y descontaminación.

Control de accesos

Además, el organismo regulador recomendó a la subdelegación del Gobierno de Guadalajara que estableciera un control de accesos en un radio de acción de diez kilómetros a la redonda de la central nuclear. De haberse producido en la realidad, un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado con un nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

En la realidad, de esa categoría, en España se han producido dos sucesos en la central nuclear de Trillo en 1992 y en la de Vandellós II en 2004. Un suceso de nivel 2 es un incidente con fallo significativo de las disposiciones de seguridad, en los que subiste una defensa en profundidad suficiente para hacer frente a otros fallos.

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