La sutileza no forma parte del vocabulario de Cardi B. La cantante es conocida, a parte de por su música, por su pasado como stripper, por su hit del coronavirus y por sus varios altercados, uno de ellos con la rapera Nicky Minaj.

Dado al carácter chispeante de Cardi B, ni su estilismo ni sus peinados pasan desapercibidos, y mucho menos sus tatuajes. El último lo ha lucido orgullosa en Instagram y no es para menos, ya que la rapera pasó una semana entera en el estudio de tatuajes para completar esa pieza de dimensiones desorbitadas.

Desde el muslo, pasando por los glúteos y subiendo por su costado, la cantante se arregló uno de sus antiguos tatuajes que decoraba su cuerpo desde hace 10 años y ya había perdido color y definición. El resultado es simplemente asombroso.

"Así que después de diez años le hice un cambio de imagen a mi tatuaje de pavo real. Toda esta semana estuve pasando horas de dolor tatuándome. Gracias @jamie_schene", escribía la cantante.

Después de pasar por el estudio, el antiguo tatuaje de Cardi B ha revivido considerablemente: los colores son mucho más vivos, las formas están más definidas, las plumas del pavo real tienen mayor detalle y ha añadido flores y una gran mariposa para acompañarlo.

Se trata de un trabajo espectacular llevado a cabo por el tatuador californiano Jamie Schene, especializado en un estilo neotradicional muy colorido, y que ya había tatuado grandes piezas a la cantante anteriormente.

Cardi no ha querido ocultar el dolor que ha estado sufriendo estos últimos días en las largas sesiones del tatuaje: "¿Sabían que esta parte del cuerpo, el estómago y la cadera duele más, literalmente, quita el aliento?", escribió en unos stories que compartió por Instagram, donde también dijo que estaba "sufriendo dolor como una madre" mientras la tatuaban.